FRANCISCO BETRIU.
Francisco Betriu es un director que
eternamente promete hacer una mejor película. Después de rodar
juntos, muy al principio de mi carrera, "La viuda andaluza", hemos
vuelto a coincidir con "La duquesa roja", "Una pareja perfecta" y
"El paraíso ya no es lo que era". Cuando le conocí rodaba películas
sobre las cosas de la vida que observaba. Hoy parece que vive las
cosas en lugar de rodarlas. Es un buen director con el que me
gustaría hacer una película de éxito. Con él me he reído muchísimo,
aunque no es esto lo que me induce a trabajar con él.
JAIME CHÁVARRI.
A Jaime Chávarri le debo "Las cosas
del querer", "La intrusa", de la serie de Borges, y "Sus ojos se
cerraron y el mundo sigue andando". Jaime es un excelente amigo,
próximo a la generación de Saura, iniciado en la factoría
Querejeta, con quien ha hecho sus mejores películas y de quien creo
que no ha conseguido todavía liberarse del todo. No es casualidad
que sea uno de los directores españoles favoritos de Saura y que
siempre tenga un proyecto pendiente con su antiguo productor.
VICENTE ARANDA.
De Vicente Aranda reconozco su
solvencia profesional y su honradez, pero siento que he fracasado
en mi relación con él. Hemos rodado juntos "El amante bilingüe",
que Juan Marsé, autor de la novela, quiso que hiciera Mario Camus;
"La pasión turca", que Antonio Gala, asimismo autor de la novela,
quiso que rodase también Mario; "Libertarias" -el sueño durante
años irrealizable de Aranda- y "La mirada del otro". Yo le presioné
para que hiciera esta novela de Fernando Delgado y a la vista de su
resultado -tuvo malísimas críticas- se incomodó conmigo. Creo que,
en el fondo, porque no le seguí en los infantiles proyectos que
elaboraba para vengarse de los críticos. En 2007 rodamos "Canciones
de amor en Lolita´s club".
ÁLEX DE LA IGLESIA.
Álex de la Iglesia es un director a
quien jamás busqué. Alguien que hubiera trabajado con Almodóvar de
productor no me interesaba en exceso, aunque siempre reconocí que
su primera película, "Acción mutante", contenía doce minutos de
buen cine. Buñuel escribió, para el pressbook de "Peppermint
frappé", algo así como que una película merece la pena si tiene
cinco minutos de buen cine y ésa tenía más de diez. Cuando Álex
vino a ofrecerme "La increíble aventura del día de la bestia",
pensé en la frase de Buñuel y me dije que debía atraer a Álex. El
guión, que habían rechazado las productoras El Deseo, Sogetel y
Tesauro, era muy desigual, pero Álex quería comenzar a rodar en dos
meses, con la excusa de la Navidad y la decoración de las calles.
Finalmente llegamos a un acuerdo: le dejaba rodar una semana
durante las Fiestas para tener ese material ya enlatado y él
aceptaba revisar el guión. Antonio Saura -por entonces mi más
estrecho colaborador- y yo le bombardeamos con informes,
sugerencias y presiones. El resto es historia del cine.
Álex es carne de rodaje. Durante
las filmaciones es cuando más disfruta y, por rodar, rodaría una
película basada en la guía de teléfonos. Hemos hecho juntos "El día
de la bestia", "Perdita Durango", "Muertos de risa", "La
comunidad", "La chispa de la vida". Su talento creativo, su
profundidad visual y su estética le hacen un gran director. Tiene
una gran carrera y como buen vasco acabará emigrando a América,
aunque sea a cuidar vacas.