De todas las profesiones relacionadas
con la industria del cine, quizás una de las más complejas y menos
reconocidas sea la del productor. Más que una profesión es una
forma de vida que, como todas las actividades creativas, está llena
de riesgos, económicos y artísticos.
Curiosamente es en Estados Unidos
donde el productor tiene más influencia y es considerado pieza
clave en la creación de un filme. La imagen estereotipada del
productor ha sido divulgada por los medios de comunicación hasta el
punto de identificar a éste como "el señor gordo con un puro,
limousina y amante". Algunos estamos intentando cambiar esta
imagen.
La función del productor es doble.
Por un lado es un empresario, puesto que es sobre quien recae el
riesgo financiero y económico de su empresa. Pero al mismo tiempo
debe conducir a sus artistas al rendimiento armónico de su trabajo,
debe estimular en sus colaboradores el espíritu de conjunto. Por
tanto, el productor se mueve dentro de una constante dualidad, nada
fácil de resolver satisfactoriamente, como es la obtención de una
obra filmica que compagine la calidad estética con la rentabilidad
comercial.
Cuando se elige una historia, se
trabaja sobre ella de principio a fin, y se entrega un producto
acabado tal y como había sido concebido; entonces puede
hablarse de que se está produciendo. Un productor, para merecer
este nombre debe ser un creador.
A.V.G. [Las artes
audiovisuales]