Baltasar Espinosa, un inteligente
caballero dedicado al ocio y encantadoramente vago, deja Buenos
Aires para pasar el verano en la hacienda de su primo en el sur.
Atrapado por las inundaciones, los únicos compañeros de Baltasar
son la peculiar y taciturna familia Gutre (padre, hijo e hija) que
vigilan la hacienda. Casi salvajes en sus expectativas de la vida,
la familia Gutre considera la amabilidad de Baltasar hacia ellos
como un acto tan maravilloso que llegan a considerarlo como el
mismísimo Jesucristo.