Hay un lugar llamado Rocanegra
donde las olas baten furiosas contra los acantilados. En aquella
región salvaje hay una casa, rodeada de agua, donde María se ha
vuelto loca cuando, siendo niña, ha presenciado el asesinato de su
padre. Ella es la única persona que conoce el paradero de un objeto
de valor inmenso, que precisamente ha sido el móvil del crimen.
Pero el trauma ha hecho enmudecer a María para siempre.