1948. Una noche de luna y
violencia, un forastero llega en su camioneta a la taberna de un
pueblo asturiano. Se trata de Ramiro Forteza (Carmelo Gómez), un
portero de Primera División que, por culpa de la Guerra, ha
cambiado los estadios por las plazas de las aldeas. En la mano
lleva una manzana mordida, la señal de que en las montañas las
armas no han callado. Forteza explica a los lugareños su
espactáculo, un reto de penaltis con unas monedas en juego para
quien consiga batirle. Entre los asistentes, un entusiasta, Tito
(Adrián Ramírez), el hijo de Manuela (Maribel Verdú), una mujer
desconfiada por haber sufrido en carne propia los estragos de la
barbarie y de la marginación, una superviviente que se gana la vida
cosiendo para Úrsula (Elvira Mínguez), la esposa del sargento
Andrade (Antonio Resines), arriesgada amiga del borrachín doctor
del pueblo (Abel Vitón).
Mientras Forteza, Tito y Manuela
inician una amistad peligrosa, Don Constantino (Roberto Alvarez),
el vehemente párroco del lugar, se presta a ayudar al portero a
cambio de algún peculiar servicio. Pero las exhibiciones de Forteza
y el curso de su creciente relación con Manuela van a ser
trastocados por una propuesta del sargento Andrade a la que el
portero no se podrá negar y que Nardo (Eduard Fernández), el jefe
de los maquis de la zona, querrá aprovechar.
Las cartas del amor y de la guerra
se juegan en un enfrentamiento decisivo a la orilla del mar.
Premios y festivales
* Dos Nominaciones en los Premios Goya:
- Mejor Actor: Carmelo Gómez.
- Mejor Guión adaptado: Gonzalo Suárez, Manuel Hidalgo.