Sería bastante fácil coger el guión
y descomponerlo en partes según el sistema habitual. Pero creo que,
sin determinar previamente algunos otros factores, incurriríamos
inevitablemente en demasiados errores de cálculo para que ese plan
de rodaje y su presupuesto tuvieran validez real. Una vez que
tengamos la información concreta sobre todos los puntos que se
enumeran en este memorandum y, lo que quizá sea más importante, una
vez que hayamos fijado todas las cuestiones esenciales del reparto,
entonces y sólo entonces podremos trazar un plan realista y
calcular un presupuesto que estemos seguros de no
sobrepasar.
En las páginas siguientes he
tratado de enumerar todas las necesidades de cierta importancia y
de describir o explicar tales necesidades. En esencia, pues, este
memorandum es no sólo una lista de respuestas sino también una
lista de preguntas. Una vez que hayan sido contestadas estas
preguntas y estudiados los problemas principales, entonces y sólo
entonces tendrá sentido práctico nuestra reunión, presupuestaria en
Madrid. Lo que te doy aquí es , por lo tanto, una visión de
conjunto, sin cuya perfecta comprensión es imposible relizar un
plan realista.
Algunos de los puntos de esta
relación son realmente simples, en tanto que otros requieren
urgentemente estudios e información segura antes de poder seguir
adelante.
Permíteme, por favor, subrayar que
no me gustaría que me asegurases simplemente, con respecto a ningún
punto, que tal cosa puede "arreglarse fácilmente" o que "no será
cara".
Me interesa mucho realizar
cómodamente esta película por debajo del presupuesto que
convegamos, y no me sentiré tranquilo a menos que todos y cada uno
de los datos y cifras estén claros antes de que nos sentemos juntos
para preparar el presupuesto y el plan. Como productor de cine no
soy nada exacto con respecto a mi propio bolsillo pero,
precisamente porque pienso mucho en una asociación larga y
continuada contigo, me gustaría estar seguro de estas cuestiones de
coste y tiempo disponiendo de todos los detalles concretos antes de
llegar al compromiso en firme de acabar nuestra película en una
fecha determinada y dentro del coste total acordado. Puede haber
sorpresas. No puedo garantizar que no se nos ocurran nuevas ideas
en el transcurso del rodaje y que éstas no requieran más dinero del
previsto. Precisamente por esta razón quiero asegurarme de que se
ha calculado cada uno de los elementos sobre los que podemos estar
seguros desde el principio y de que hemos establecido
adecuadamente, dentro de las cifras del presupuesto, una cantidad
razonable para sorpresas, ideas, cambios e innovaciones. La única
sorpresa que quiero darte es una sorpresa feliz. Quiero que te
encuentres con una película terminada que te haya costado menos de
lo calculado, aun contando con todas las malas sorpresas y las
agradables mejoras.
Al poner por escrito todo aquello
en lo que soy capaz de pensar, y al hacerlo ahora, te doy la
oportunidad de conocer datos y cifras que quizá no tengas
directamente a mano y te doy, asimismo, todos los detalles
relativos a nuestras necesidades, subrayando especialmente mi
opinión sobre las mismas.
De este modo tendrás toda la
información relevante que pueda darte, y la tendrás por escrito,
mejor que mediante respuestas orales a lo largo de prolongadas
conversaciones.
Lo que indudablemente falta aquí
son, por supuesto, esos elementos que constituyen necesariamente la
base de las reuniones presupuestarias. Así, por ejemplo, sólo hay
alguna indicación sobre el tiempo de rodaje necesario. Otro punto
básico es el coste de los actores. Yo sólo podré determinar este
último punto cuando pueda ponerme en contacto con los actores con
una oferta en firme y una fecha de comienzo también firme. Y sólo
puedo tratar con ellos cuando se hayan calculado todos los demás
costes, de forma que sepamos cuánto dinero nos queda para este
capítulo. Por ejemplo, será preciso saber cuál es el salario
semanal de John Huston antes de tomar una decisión sobre el tiempo
que vamos a utilizarle. Si este actor es demasiado caro, debemos
reducir su tiempo de trabajo al mínimo, naturalmente, y esto
significará filmar los contraplanos de muchas secuencias suyas sin
su presencia física. Además, esto determinará la cantidad de tiempo
requerido para los otros actores.
Señalo este punto como la razón
principal por la que insisto en mantener nuestras conversaciones
tan fluidas como sea posible y tomar una decisión sólo cuando
conozcamos todas las alternativas posibles sobre la disponibilidad
de los actores y el dinero que van a costar.
Esto es, desde luego, justamente lo
contrario al punto de vista que Elías [Querejeta] me expuso durante
nuestra entrevista en el sur de Francia.
No puedo reprocharle, en modo
alguno, que adopte la actitud normal de un productor y que insista
en hacer preguntas, en lugar de dejarme preguntar a mí primero para
que pueda darle una respuesta definitiva en base a la información
recibida. No puedo ocultar, sin embargo, que encuentro algo
desalentador su un tanto obstinado rechazo a comprender este punto
de vista.
Te he dicho más de una vez, y debo
repetírtelo ahora y en los términos más contundentes posibles, que
la razón verdadera y esencial de mi estusiasmo por seguir adelante
con la finalización de "The Other Side of the Wind" como
coproducción fundamentalmente española está absoluta y enteramente
motivada por la muy auténtica simpatía y afecto que siento por ti y
-lo que es muy importante- por mi total confianza profesional en ti
como productor cinematográfico. Estoy convencido de que nuestro
futuro juntos será muy fructífero y constructivo. No voy a insistir
más en ello, pero estoy seguro de que te das cuenta de la
sinceridad total que encierran mis palabras.
Elías es otra cosa. Me produce la
sensación de gran eficacia e inteligencia, pero en nuestras
conversaciones no puedo por menos que notar cierta rigidez mental.
Estoy dispuesto a creer que esto no es, en absoluto, característico
de él, sino producto sólo de las circunstancias algo especiales en
las que ambos nos reunimos. Pero como estoy decidido a poner todas
mis cartas sobre la mesa durante todo el tiempo que trabajemos
juntos (y espero de verdad que ese tiempo sea muy largo) he de
admitir que encontré algo dificil el trato con Elías y que nada de
lo que me dijo aquella tarde me dio motivos para suponer que alguna
vez pudiéramos llegar a algo semejante a la facilidad de trato y
entendimiento que existe entre nosostros. Esto no es un cortés y
tortuoso intento de disuadirte de tu propuesta asociación con él en
este asunto. Pero el hecho es que tal asociación es fruto de una
elección por tu parte. Elección que estoy perfectamente dispuesto a
aceptar, pero que, al ser elección tuya, es también de tu
responsabilidad. Con ello quiero decir que yo no he pedido a Elías
como socio y, con entera sinceridad, no me seduce mucho la labor de
tener que someter mi película a su juicio o de venderme a él en
ningún aspecto. Creo que es justo esperar que quites esta carga de
mis espaldas. Comprendo tus razones para encontrarlo políticamente
útil pero, resumiendo y en pocas palabras, quiero seguir tratando
directamente contigo.
El memorandum que sigue a
continuación no es el esbozo de presupuesto que había preparado
anteriormente. He expuesto ya por qué creo que mis explicaciones y
preguntas deben preceder necesariamente al proceso de preparación
del presupuesto. No trato de demorar la elaboración del presupuesto
y del plan de rodaje. Creo por el contrario que, basando este
trabajo en los resultados del estudio que tu hagas del memorandum,
podremos avanzar más deprisa cuando nos pongamos a establecer el
presupuesto. Y, lo que es todavía más importante, el resultado de
nuestros cálculos no consistirá en vagas sugerencias, sino que será
tan preciso que sabremos exactamente a dónde vamos y cómo vamos a
llegar ahí.
ORSON WELLES