- Después de tantos años de
terminar algunas de las entrevistas que te hemos hecho
preguntándote para cuándo "Libertarias", ahora nos referimos al
film como realidad.
- "Libertarias" ha llegado por fin
y además en unas circunstancias muy especiales. Menos especiales de
lo que suponía la mayoría de la gente pero, efectivamente, no dejan
de ser singulares. Cuando se empezó a escribir el guión, el muro de
Berlín aún estaba en pie y el mundo era evidentemente más idealista
que ahora. Yo lo que desconozco es hasta qué punto beneficia al
film la utilización de ideales y sistemas que prometían una mejor
vida social. No sé si la quiebra de todo eso favorece o perjudica
al film, pero mi intención es mostrar esos ideales en su apogeo,
cuando España era la capital del mundo.
Creo que es conveniente hablar de
esto. No por razones abstractas de memoria o de que nos veamos
obligados a repetir la historia, que no considero que sea verdad,
sino por lavar un pecado, que tal vez sea al contrario. Porque no
es muy seguro, ahí pasó de todo, pasaron crueldades, como también
momentos heroicos, altruismo, generosidad y también egoísmo. Había
de todo, pero posiblemente, a esta distancia, lo que vivieron
nuestros padres y nuestros abuelos fue un momento que acaso
tengamos que envidiar. Una situación excepcional que ya no se
produce. En cierto modo ahora es más tranquilo y tenemos eso que
llaman paz, pero una paz inquietantemente viscosa.
- ¿Como se fragua la idea del
film?
- Me parece que fue en 1976, antes
de "La muchacha de las bragas de oro". Posiblemente cuando hice
"Cambio de sexo" ya había algo escrito. Yo me separé de mi primera
esposa entre "Cambio de sexo" y "La muchacha...", y por
entonces escribía en casa. ¿Documentación? Fundamentalmente se
encargó José Luis (Guarner), que tenía más habilidad y capacidad de
lectura para estos menesteres, lo cual no presupone que no
participásemos los demás. Los libros los guarda Rabinad, además el
que menos facilidad posee para manejar documentación soy yo.
- ¿Has podado mucho el guión?
- Bueno, del guión original, que
alcanzaba 240 páginas, he eliminado algunas escenas. De lo que he
rodado no, no he suprimido nada. En todo caso más que cortar he
recortado metraje. La única escena realmente suprimida es una
secuencia muy burlesca protagonizada por André Malraux y Josep
Tarradellas.
Hay una marcada inclinación
sintética, debido a que el guión era muy largo. Tan largo que en un
momento determinado, aunque nació como película, tal vez conviniese
para una serie de televisión. El film no es tan largo como yo creí
que sería. Pero debo deciros que ésta era una obsesión mía durante
todo el rodaje, y que llegué al montaje no con unas tijeras sino
con un hacha.
Pretendía cortar todo lo que
parecía ligeramente innecesario. El primer montaje resultó de 115
minutos. Los 125 minutos definitivos los ha adquirido má tarde, con
un rodaje de una semana suplementaria. Pero luego he restituido
elementos porque pensaba que me había convertido excesivamente en
el guardián del metraje de la película.
- Tomas partido hasta
mancharte.
- Está muy claro en el film. Hay
una frase dicha por Miguel Bosé tremendamente significativa. Admito
la locura que puedan tener los pobres en un instante determinado,
pero pese a todo tienen la razón. ¿Por qué? Porque son pobres, y
los otros son ricos. Ya lo expresó Buñuel: los pobres no tienen
necesariamente la elegancia a su favor, eso es patrimonio de los
ricos, que justamente por sus caraterísticas culturales son tanto o
más culpables. Sé muy bien quiénes son los malos y quiénes lo
buenos. En todo caso, había culpables en un bando y en el otro
había unos inocentes. Además, yo estuve en el lado de los vencidos.
Y a los otros... me cuesta mucho reconocerles siquiera una virtud.
Ni una.
- Las escenas de acción, el
asalto a la posición nacional, ¿resultaron complicadas?
- Sí, ha sido uno de mis mayores
retos, solucionándolo como si fueran movimientos coreográficos, a
base de diagonales y ejes simétricos. La batallita me preocupó
porque inevitablemente había que rodarla. Curiosamente, a un
testigo de los acontecimientos como es mi hermano Palmiro, que
estuvo en la columna Durruti y en el frente de Aragón, eso a lo que
tanto temía lo encontró perfectamente verosímil. Para él, lo que no
es creíble es la importancia otorgada a las mujeres y sobre todo
que estén tan bien armadas. Le parece novelesco.
- Tan impresionante como la
violencia son sus resultados, esos montones de muertos...
- Esto corresponde a una
descripción de Palmiro, que me explicó que cuando entraron en el
pueblo, de los balcones caía sangre [...]
- Tú, que en algún momento has
insinuado que dos es pareja pero tres una multitud, aquí no has
escatimado figurantes.
- Ha ido bien. He empleado
procedimientos que han dado buen resultado. Hay, fundamentalmente,
tres o cuatro momentos de gran dificultad. En Vic me parece que
eran unos 600 extras, en la Plaza Real de Barcelona unos 500. Yo me
he limitado a dar la idea, ejecutada por otros. Javier Artiñano,
por ejemplo, nunca me ha comentado "esto no lo puedo hacer"; lo ha
hecho. Sin ir más lejos, con la hoguera no quise caer en una viñeta
costumbrista y atiborrada de Opisso. al contrario, quería mostrar
la fascinación del fuego. Les dije que aquí están quemando lo
viejo. Lo expliqué, ellos lo transmitieron a la gente y la gente
paradójicamente lo entendía. Los que no lo comprendieron fueron los
de Madrid, más resistentes a entender lo que estaba pasando. En
Barcelona producía la impresión de que si en lugar de 500 llegamos
a ser 5.000 tomamos la ciudad otra vez. En Barcelona lo que pedí
fue histeria colectiva. Me harté de repetirlo antes, durante... y
después. Es una interpretación de conjunto que ha funcionado bien
como hubiese podido funcionar mal. Y hay cosas que funcionaron mal.
Por ejemplo, lo de la Plaza Real. Yo me planteaba la secuencia en
un solo plano, el montaje obligaba a empezar en un punto y terminar
en otro. De las tomas generales no había ninguna buena, pero la
segunda cámara, en las 10 ó 12 tomas que se realizaron, cada vez
captaba un contenido distinto, y ese material era muy bueno. Y como
teníamos dos vídeos y yo veía lo que estaba registrando al final
del día dije: hemos fracasado en lo del plano único pero en cambio
tenemos un material aceptable y que no se hubiese podido obtener si
no hubiéramos trabajado de esta forma.
VICENTE ARANDA.