Rodar "Lulú" fue una experiencia
muy buena y muy dura, por circunstancias personales. Fue un
encargo, un encargo difícil, un desafio profesional, y volvería a
hacerlo... aunque luego se complicara todo con el asunto de la
Molina y porque murió mi padre. Al principio pensaba que era
imposible, que no podría hacerlo, pero luego me dije, "Me tengo que
atrever" y lo hice, y funcionó. Era lo que me había propuesto el
productor desde el principio, "Vamos a hacer un éxito"... No me ha
producido ningún trauma, ni siquiera la dureza de algunas críticas,
porque a mí la crítica siempre me ha tratado muy bien, yo estoy
donde estoy gracias a la crítica y por una mala que me hagan...
Estoy muy contento de "Lulú" porque
es una película a la que le entré con pánico. El problema era si se
podían creer una historia en la que están hora y media haciendo lo
mismo, es una historia de gente que empieza follando y acaba
follando. Porque claro, en el libro lees que echan un polvo, lo
cierras, te vas a dormir y al día siguiente sigues leyendo, pero en
la película lo ves todo de un tirón. Y esto te da un gran problema
de credibilidad que creo haber resuelto, en ese sentido la cosa
funciona. Mira, tengo una prima que ve todas mis películas más por
compromiso familiar que por otra cosa y me contaba: "Es una
película muy fuerte, desde luego, y lo peor es que tú habrás tenido
que convivir con esta gente y frecuentar esos ambientes..." Se
refería a las escenas finales de sado, claro, pero lo gracioso es
que todos los que salen son actores.
No me ha frustrado hacer esta
película porque tenía muy claro desde el principio lo que era. Es
la película mía de la que más me habla la gente y eso que cuesta un
poco porque tiene una temática difícil, la del erotismo... A muchos
les pasa como con la novela, que la han leído pero no se atreven a
decir que les gusta.
El productor me decía que la
película no iba a ir tan bien como nos pensábamos porque mucha
gente no se iba a atrever a verla. En cambio, el vídeo se ha
vendido muchísimo. Yo entiendo las críticas que le han hecho, ¡qué
coño!, y muchas de ellas las comparto de alguna manera, pero
también se la puede alabar. Y yo no tengo ningún problema en
alabarla, estoy encantado de haberla hecho, para mí fue un
ejercicio... No tiene una gran trascendencia dentro de mi carrera,
pero fue importante atreverme a hacerla.
"Lulú" tiene cosas que son casi un
milagro. La actriz Francesca Neri, por ejemplo, todo el desarrollo
del personaje que hace... Y luego la película tiene algunas de mis
secuencias más importantes a nivel de patetismo narrativo. La
secuencia del travestí de María Barranco me pone la piel de gallina
cada vez que la veo, ¡y eso que la he hecho yo! Ahí está explicado
el patetismo, la soledad, el cariño, todo, de los travestís. Porque
es que son así: un travestí es una persona creada, que se hace a sí
misma con un único objetivo, el sexo. Son un invento humano, y
todo lo humano y lo petético que tienen está explicado ahí. ¿Para
qué lo quieren? Para que se haga una paja.
Sólo por hacer esta secuencia ya me
compensa la película. Pero luego está también todo el mundo del
sadomasoquismo, que eso sí que es un invento mío: yo no he estado
en mi vida en un show sado y me ha encantado inventarme este mundo
cutre de colchones y de chándales, un tanto infernal, que se basa
en la trama de la novela pero que visualmente me pertenece. El
único referente que tenía para recrear ese ambiente eran las
cursilerías francesas, porque no hay más precedentes que esa cosa
afrancesada del brillo, del cuero, del plástico, la Valentina
ésa... Es algo que no me interesa nada, así que he hecho una
aportación estética personal, para mí importante, que consiste en
la recreación de un mundo sado netamente español. No sé si de aquí
saldrán cosas luego o no, pero ahí queda por si alguien quiere
recogerlo... Y luego me gustan mucho también los títulos de
crédito. Es un chiste, claro, pero me gusta, es el resumen de la
película. Es que la película no es más que eso.
Yo, si puedo y si tengo fuerzas,
quiero hacer muchas películas. Entiendo que todo el mundo quiera
que haga otro "Bilbao", pero si sólo hiciera "Bilbaos" estaría
muerto, eh... Y además no tengo ganas de hacer sólo eso. Lo que
sobra en este país es gente que hace una única película. Hay
películas mías que marcan toda una época (por ejemplo, "Bilbao",
"Caniche" y "Angustia", mis tres películas claves). Y luego están
cosas como "Lulú": tendría que hacer más películas así o, mejor
dicho, me tendrían que pedir más películas así. Sería feliz si me
hicieran más encargos, aunque luego no los rodara.
"Lulú" ha tenido críticas
estupendas en Alemania y en Italia. Pero aquí generó demasiadas
expectativas. Hicimos una rueda de prensa como yo nunca he tenido,
parecía algo de la Pantoja. Si hubiera querido hacer una "Lulú" al
estilo Bigas habría sido una equivocación: yo tenía que respetar el
mundo de esta historia y las intenciones de un productor. No puedes
engañar a un productor, lo que sí hice fue poner lo mío en lo que
no venía ya resuelto de partida (lo del travestí y lo del sado). Lo
demás era narrar una cosa y hacer que funcionara. Y la actriz hace
que funcione, vaya que si lo hace.
BIGAS LUNA.