El proyecto de la película partió
hace seis o siete años de un tratamiento original de Carlos López y
Manuel Ángel Egea. Me gustó mucho la idea [...] No hemos suavizado
las cosas que ocurrían alrededor de los estudios de cine de Berlín,
mientras España estaba en plena Guerra Civil. En definitiva, la
película nos muestra a unos derrotados. Salen de España en el 38,
llegan a Berlín con un cierto triunfalismo y fascinados por todo
aquel mundo. Relato la crónica de esa derrota, de ese estrellarse
contra la realidad. Porque, en el fondo, te preguntas: ¿Qué haría
aquella gente allí? Pues iban a sobrevivir, a intentar ganarse la
vida y seguir ejerciendo su profesión, el cine, en una época
dificil, aunque fuera filmando una españolada [...] El tono de
comedia se va agriando según lo hacen los personajes. Es un filme
tragicómico. Cada vez me gusta más mezclar géneros, porque es lo
más parecido a la vida [...] Me he documentado mucho [...] He visto
de todo, desde películas de la época hasta todo tipo de material
bibliográfico. Pero siempre he tenido la idea de que no quería
hacer un documental sino una película de ficción que, tomando una
parte de la realidad y otra de la imaginación, lograra el objetivo
de conmover, de emocionar a los espectadores.
FERNANDO TRUEBA.