Cuando terminé "Una mujer bajo la
lluvia", me dije a mí mismo que no rodaría otra vez hasta que no me
llegara un guión que me gustara de verdad. No he sentido una gran
necesidad de rodar antes, porque creo que sólo rueda el que tiene
algo interesante que contar. "La Celestina" de Rojas tiene una
estructura narrativa impecable. A mí me daría más miedo meterme con
un guión de otras características que con éste de tanto peso. Tengo
respeto y una gran responsabilidad por no estropearlo, pero por
otro lado, sé que el material del que parto es muy bueno [...]
Azcona y yo hemos utilizado a Rojas
para hacer un viaje contemporáneo. Mi intención es contar una
historia del 1500 con las claves de hoy. Pretendo que sea una
película creíble y cargada de una sensualidad que explique una
concepción del amor cercana a la pasión, que muestre la manera de
concebir la pasión que tiene Melibea.
[...] Celestina no es tan pobre en
la película. Ella era demasiado lista para acabar con tanta
pobreza. Para mí es una mujer actual y moderna, sobre todo por el
respeto que muestra por el conocimiento. Sabe perfectamente lo que
pasa en la ciudad y por la mente de sus habitantes. Disfruta y
vibra con la pasión de los demás, porque tiene una conciencia muy
amplia de la sensualidad. Toca, palma, ve y siente el placer de los
demás , recordando tiempos en los que era joven. Tampoco es una
bruja, sino una científica que sabe de fórmulas y pócimas para
conseguir sus propósitos. No es vulgar, es sigilosa, se mueve igual
que un leopardo. Maneja a la gente utilizando sus conocimientos con
el fin de hacer y deshacer en su beneficio. A todo el mundo lo
tiene pillado por algo. Cuando mira Terele pienso que es como
miraría Celestina. Está por encima de la peripecia de los
personajes. Prevé lo que va a pasar, pero no porque sea bruja sino
porque es inteligente. El papel protagonista siempre tuvimos claro
que sería para Terele Pávez. Desde una principio la tenía en la
mente. Ya había trabajado con ella en una película para la
televisión, "La otra historia de Rosendo Juárez". Este trabajo
exigía un control de las emociones muy complicado y vi como
respondía con unos registros increíbles.
GERARDO VERA